domingo, 9 de marzo de 2008

Dicotomía

Es curioso como los domingos por la mañana, después de una larga semana plagada de emociones, estrés, mucho trabajo, y poco descanso... una se levanta reflexiva, haciendo balance de la semana, los pros y cons, y con la cabeza llena de resaca por un lado, buenas intenciones por otro (no volveré a beber tanto, no volveré a fumar tanto), y muchas inquietudes surgidas por las vivencias, por el desarrollo personal, la progresión en la vida... que una vez más no sabemos qué depara ni dónde nos lleva...

Si en esta semana N. ya nos ha contado su milagro personal, que demuestra que siempre se abre una ventana cuando se cierra una puerta, y que no hay mal que por bien no venga, y que a veces algo que en principio parece malo acaba siendo lo mejor que pudo pasarnos nunca, etc etc etc (tampoco es cuestión de sacar el refranero español al completo, aunque estoy fascinada de cómo sucedió todo, y emocionada por lo bien que ha ido!!!), y que podría resumirse en los siguientes hechos:
1. Me despiden
2. Me pagan una pasta de indemnizacón
3. Enseguida me llaman para varias ofertas
4. Me cogen en todas y elijo la que de verdad me apetece
5. En menos de una semana tengo otro curro, mucho mejor, me pagan más, y supone desarrollo personal y profesional para mí, además!

Yo tengo otra situación personal en la que estoy perdida y que podría resumirse así:

1. Relación larguísima y llena de más sombras que luces, que finaliza conmigo cogiendo las maletas y yéndome, porque no era feliz... ni recordaba ya lo que era eso...
2. Salida de la relación, intento de reconstrucción personal, pero que parte de una situación tan destruida, que cuesta mucho levantar cabeza, salir al mundo, conocer gente y hacer amigos con quienes salir..., la autoestima y la confianza y seguridad en una misma está aniquilada... la labor de reconstrucción necesitaba mucho tiempo y esfuerzo, aún así el instinto de supervivencia ayudó una vez más a pasar por ese trance, se conoció gente, se tonteó, se volvió a caer en dependencia emocional (sobre todo si la otra parte rechazaba, entonces ahí ya el enganche era brutal y demoledor), y de ahí se pasa a una fase nuevamente destructiva en el que se inicia una historia que no debió pasar jamás producto de la sensación de soledad, de fracaso, de necesitar a alguien de quien depender nuevamente... al final, pasados unos meses y afortunadamente pocos encuentros de esa relación, se hizo la luz y se empezó a salir del túnel, mediante valoración personal, aunque el camino aún, era y sigue siendo, muy largo y lleno de obstáculos...
3. Se inicia una tercera etapa, con más fuerzas, más energías... y empezando a encontrarse una a sí misma, lo que no es poco, digamos que al fin se empiezan a ver los adoquines del camino a seguir... y ahí se conoce a una persona, es diferente a lo anterior (al fin no se elige el mismo modelo destructivo masculino de siempre), y nuevamente surge una relación, ansiada en ese momento, y que dura hasta hoy... y que en ese momento cubre esa necesidad acuciante, de querer y ser querido, y sobre todo de serlo desde las bases del respeto mutuo, de ser bien tratada al fin después de demasiado tiempo sin quererse ni respetarse una misma... con lo que los demás tampoco lo hacían, obvio, pero eso empieza al fin a cambiar...
4. Y ahora, podríamos decir que estoy en una nueva fase, que no sé hacia donde me llevará, estoy dividida por una dicotomía feroz que me corroe... por un lado la sensación de haberme perdido tantas y tantas salidas con amigas, de haberme reído, habérmelo pasado bien, haberme sentido valorada, deseada, haber tonteado, coqueteado, etc.. haber conocido a unos y otros y no empezar una relación de inmediato enseguida..., todo eso me lo perdí durante mi década de los 20,y sólo a partir de los 30 empecé a recuperarlo poco a poco, pero lo hice desde la desesperación, la sensación de fracaso, el sentirme menos que nadie, y ahora no, ahora me quiero y valoro, y salir en ese plan de risas, ahora... es tremendo, ahora empiezo a ser consciente de mi fuerza, con mis defectos y virtudes, pero veo que soy divertida, interesante, guapa, que triunfo conociendo gente, tanto hablando con amigas de amigas, como con amigos de amigas (aquí de otra forma, claro, jajaaaaa), y eso es algo que no viví, algo que necesito vivir de alguna forma y que no quiero perderme, porque de alguna forma puede ser mi última oportunidad de vivirlo... porque ya no busco relaciones de dependencia, sino relaciones libres, donde ahora yo me sé y siento fuerte, y eso es increíble, donde conozco nueva gente, alguna más interesante que otra, gente que no intenta ligarte desde el primer minuto pero donde notas su interés por ti, y eso es tan agradable... tanto... y siento que lo necesito... tanto el viernes noche, como el sábado noche también salí con una amiga con la que me compenetro estupendamente, y debo decir que lo he pasado de cine, me he reído, he conocido mucha gente de todo tipo (gente de la tele, empresarios/as, etc...) y lo he pasado de cine, he estado fenomenal en todas las circunstancias, he charlado, he podido tener conversaciones más superficiales y más profundas, y me he reído mucho y lo he pasado fenomenal... tanto que anoche me dieron las seis de la mañana..., la dicotomía surge por J. que está en mi vida, en mi casa, que cuando me besa y abraza hace que me sienta a salvo del mundo, resguardada, como si no hubiera otro sitio donde yo quisiera estar en ese momento, pero que también está en un momento de su vida donde no tiene planes a corto plazo, donde no sabe qué va a pasar con él, ni le importa, porque él siempre ha vivido así, y yo no sé ya si eso me vale, porque ya empiezo a saber quién soy... y no quiero perderme nunca más por el camino, y no quiero dejar de conocer gente, de abrirme al mundo... pero tengo miedo a distanciarme así de J., que eso nos separe, que eso reviente una relación en la que he puesto sueños e ilusiones, aunque también es cierto que los puse en otro momento de mi vida...

Vivo en la dicotomía, la vida me empuja con la fuerza de sus motores adelante, como bien decía Bea no hace mucho, empiezo a caminar erguida (excepto cuando me paso con el Brugal) y empiezo a darme cuenta de que yo valgo mucho más de lo que siempre me hicieron creer, de lo que yo he creído... lo que no significa que tampoco por ello deba creerme nada, por supuesto, pero veo ante mí un mundo lleno de oportunidades, de cosas por conocer, gente que conocer, un mundo al que yo misma me había cerrado hasta ahora, y un mundo que ahora no me quiero perder, y que nadie sabe qué puede depararme... pero que si algo he aprendido hasta ahora en la vida... no puedo dejarlo pasar, no puedo mirar hacia el andén de nuevo, viendo pasar el tren... quiero coger los trenes de mi vida, coger todos los que pasen, y llegar al destino que me toque llegar en el viaje de mi vida... porque lo otro no sería vivir... y porque como dice Coelho 'el verdadero amor espera siempre', así que supongo que si de esta fase mía, de esta nueva etapa, todo se mantiene entre J. y yo, es que era así como tenía que suceder y yo no tendré la espinita de haber dejado de vivir cosas, que aunque tarde, necesitaba vivir, y si es que no... entonces será que no tenía que ser, pero sobre todo y lo más importante, es que no podemos cerrar al mundo por miedo a perder la seguridad del día a día, porque si algo hay seguro en la vida, eso es que nada es seguro.

Ahora tengo amigos que quiero tener, no gente con la que encontré un rayo de luz en la oscuridad sin más, sino gente que me valora y a la que valoro igualmente..., gente que me aporta y a la que me encanta aportar, ahora empiezo a tener al fin la vida que siempre quise tener, y sé que por ahí, el resto de cosas irán llegando solas...

Estoy confusa, estoy perdida, me encuentro ante una dicotomía importante, pero sé que jamás volveré a renunciar a ser yo misma... así que sólo queda vivir lo que venga, con el mejor talante, la mayor de las sonrisas, y divertirse y aprender de todo al máximo, para eso está la vida.

Os mando un beso enorme, de domingo reflexivo, a todos

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