Aterrizando

Después de no parar estas últimas semanas, después de esa vorágine emocional que me ha hecho bajar a los infiernos, y por momentos, subir muy arriba, aunque nunca toqué el cielo..., ahora por fin aterricé, mi alma y mi cuerpo lo necesitaban..., parar, reposar, escuchar mis propios pensamientos, sentir en mi alma el dolor que llevo encima, darme tiempo a estar triste y sufrir, porque es necesario pasarlo, y no es malo sentirse así, es sólo parte del proceso, aunque duela...

Y este momento de paz, de tener tiempo al fin para ir aterrizando, asumir y asimilar lo sucedido, lo que se viene encima ahora: la soledad, volver a salir al mundo tras casi dos años invertidos en una relación que me tuvo muy feliz e ilusionada por tiempos, y ahora reconocer el final, sentir que la persona que estuvo ahí ya no está más, que además la ruptura lo ha transformado y empieza a convertirse en alguien odioso que apenas reconozco, y que una vez más se confirma eso de 'amigos antes y durante, pero nunca después' una gran verdad, vaya.

Sigo teniendo planes, no es que vaya a encerrarme en un retiro espiritual ni nada parecido, pero al fin llegó el momento de aterrizar y asumir mi nueva etapa que empieza ahora... tengo 33 años, en unos meses 34... y no encontré aún el amor de mi vida, ese que me haga vibrar, soñar despierta, y con quien compartir un proyecto de vida, de futuro, con quien quizá algún día, tener nenes, y sobre todo, aquél con quien compartir sueños e ilusiones, momentos dulces y amargos, en el más profundo de los amores..., aquél con el que viajar y conquistar nuevos horizontes, vibrando a su lado... ese amor se me resiste y no está a mi lado, ni ese ni ningún otro, pero ahora a diferencia de otras veces en mi vida, y aunque anhelo tanto encontrar el verdadero amor, quiero disfrutar este momento agridulce, en el que estoy rodeada y querida por tanta gente, tengo planes como nunca antes jamás, y me lo estoy pasando, dentro de la tristeza del momento, y a pesar de las lágrimas, muy bien, donde me estoy descubriendo a mí misma como jamás antes me vi: vital, divertida, super bailarina, sociable, amigable, llena de energía para algunas cosas, y sin embargo, triste, triste y perdida... confundida por un lado, y segura por otro... segura de la decisión tomada, de que así no valía la pena seguir, y confundida porque echo de menos tantas cosas suyas... que a veces duele como si quemara... porque si aún le cuento a alguien que no sabía vuelve a pasarme todo por encima y vuelvo a ahogarme en lágrimas, porque cuando no lloro siento la tristeza de no tener ya siquiera esas lágrimas que me recuerden el dolor de sentirme viva..., porque me he quedado atontada por el golpe, porque no sé por dónde ni cómo saldré de esta...

Hace poco me decía un amigo que yo era muy exigente y que me pasaba esto con todo en mi vida, pero que yo era así, era parte de mi esencia y que no podría ser de otra forma porque no sería feliz... y no me quito esas palabras de la cabeza, y si pido demasiado a los demás? y si en mi búsqueda eterna de la perfección exijo eso mismo a todo el que me rodea.. y claro, la perfección no existe..., por lo que al final nadie da la talla y yo acabo siempre, como ahora, sola.

Estoy perdida, pero lost lost... y no sé qué me traerá la vida, pero sé que por fin estoy saliendo a la vida adulta, que esto es la madurez, y que duele... duele sentirse así...

Sólo me queda ahora acabar de aterrizar, y juntar los pedazos de mi vida y mi persona que saltaron en pedazos cuando se produjo la ruptura... y volver a reconstruirme, reconstruir una persona mejor, más llena de vida... con más proyectos e ilusiones..., con más seguridad en sí misma, y la autoestima mirándome de frente, a los ojos, y no desde el suelo que es donde solía estar.

Estoy aquí, he llegado a este punto. No sé qué me depara la vida. Pero vamos a afrontarlo y a crecer con cada nueva experiencia, que como esta, me hace cada vez más persona en la vida.

Y aquí sigo mientras tanto... aterrizando.... sin frenos ni tren de aterrizaje, pero aterrizando...